Descubre aquí todo lo que debes conocer sobre ellos; desde por qué nacen, hasta cómo tener un rostro fresco y renovado con artículos sencillos que tienes en casa. ¡Toma nota!
Despídete de esos puntos negros
¿Has tenido puntos negros en tu rostro? ¡No te preocupes! Estos son más comunes de lo que parece y surgen por el exceso de aceite y grasa que se acumula en los poros y los obstruye. La oxidación de esa grasa que queda expuesta al exterior, da pie al color negro característico de estas impurezas, las cuales aparecen más a menudo en el área de la nariz y el área central del rostro.
Para que cualquier remedio tenga mejores resultados, es necesario abrir los poros, para ello antes que nada es una buena opción hervir agua con bicarbonato. Lo que debes hacer es poner una toalla facial encima del recipiente para atrapar el vapor, dejarla enfriar un poco y posteriormente colocarla en el rostro un par de minutos y ya con los poros abiertos, proceder a aplicar el remedio elegido.
A continuación, te presentamos una serie de opciones que puedes utilizar para limpiar tu rostro y eliminar suciedad y puntos negros.
1) Vinagre de manzana
Aplícalo en un disco de algodón y humedece las áreas afectadas como una especie de loción limpiadora. Al finalizar, enjuaga con agua tibia.
2) Exfoliante de azúcar con limón
Diluye el jugo de un limón en media taza de agua, después agrega tres cucharadas de azúcar y revuelve hasta que quede una pasta homogénea. Finalmente, añade tres cucharadas de aceite de oliva poco a poco y colócala 10 minutos sobre el rostro. Enjuaga con abundante agua.
3) Limpieza de rostro
Algo tan sencillo como lavarse la cara tres veces al día puede hacer la diferencia si aún no tienes demasiados. Emplea un limpiador compatible con tu tipo de piel, pon atención en las áreas de tu rostro que necesiten más atención y enjuaga bien.
4) Mascarilla con clara de huevo
Separa la yema de la clara, remoja un disco de algodón en la clara y colócalo en el rostro con ligeros toques, dando énfasis en el área afectada. Deja secar y enjuaga. Repite este proceso 5 veces y deja secar en cada aplicación.
5) Miel caliente
Para este remedio debes tener mucho cuidado con la temperatura de la miel antes de aplicarla en el rostro. Pon a derretir la miel en un recipiente, al quedar una consistencia líquida, remoja un disco de algodón en la miel y colócala en las áreas de tu rostro con más impurezas. Acto seguido, deja secar y desprende la miel con cuidado.
Ahora que ya conoces esta serie de opciones, puedes elegir la que mejor se adapte a ti. Además, recuerda siempre desmaquillarte para evitar la acumulación de grasa en tu rostro. Visítanos en tienda y en lacomer.com, dónde podrás encontrar todo lo necesario para el cuidado de tu piel.